25 jun 2008

Reflexiones de una tarde gris

Día I

Desperté sin más prisa que la de levantarme en busca de mi té semicargado.
No era uno de esos días en los que el sol te descubre, cálido y atrevido, colándose entre tu ventana.
Día gris... bien gris.

¿Por qué los días de lluvia nos pone melancólicos?
¿Por qué recordamos más a aquellas personas que están lejos nuestro?; las que se fueron por decisión propia o por malas y crueles jugadas de la vida...



3 comentarios:

Fabi dijo...

La lluvia nos pone melancólicos porqué todo se vierte en gris...
yo amo el sol porqué todos los colores son mas brillante y te pone mas alegría!!!
Un beso romano para ti, bella!!!!

SANTIAGO dijo...

leer tus historias es de lo mejor que se puede hacer un dia nublado y frio de invierno. eso y taparse con la frazada hasta la frente!

Andru y Alain dijo...

Gracias por visitarme siempre.
Es cierto lo del sol, el brillo y la alegría... lo adoro. Sin embargo, debo reconocer que los días de lluvia, nubladitos, crean el ambiente ideal para que me siente a escribir.

Un beso a los dos, Fabi y Santiago. Un placer leerlos, como siempre.

Lo que últimamente me ha dejado sin palabras

Julio Cortázar... como siempre

Carta...

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera, y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso que es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mi,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de libertad.