3 abr 2008

Una que me contaron (1º entrega)

Lo diré bajito

I

Se miraron durante largo tiempo. Se recorrieron.
Sus sonrisas demostraban complicidad.
Él detuvo su mano sobre el cuello de ella, sosteniendo su rostro (ahora tan cerca de su boca).

Algo en ella lo ligaba tanto! No comprendía. Tenía que dejarla pero, a la vez, no podía… no quería.

Notó que el pulso se aceleraba (el de ambos). Sus dedos se deslizaron suavemente por aquel rostro suave, sonrojado. Sentía el calor en sus mejillas.
Con una enorme dificultad contenía el deseo de besarla; comerle la boca lentamente y, sin embargo, prolongaba el momento perdiéndose en su cálida mirada.

Ojos tristes; lo advertía.
¿Cómo era posible?... encontrarla y perderla. Desearla y negarla. Amarla y liberarla.

Mientras en su cabeza giraban miles de situaciones, ella le recordó la prisa que llevaba.
No sostenía la mirada, pero podría quedarse a vivir entre sus manos.

Sus rostros tan cerca el uno del otro; su respiración penetrante. Sentía que compartían el mismo aliento.

¿Cuánto más detener el tiempo?... cuánto más?

Hay historias de amores "prohibidos".
¿Desencuentros y encuentros?... curiosidades del destino.
Esta es una de esas historias

5 comentarios:

Enmascarado dijo...

No tocarte...
y pasar todo el día junto a Tí.
No tocarte...
yo no sé lo que esperas de mí.

Es la letra de una canción que en muchas ocasiones nos viene que ni pintada... pasamos muchas horas cerca de la persona que nos derrite con la mirada y somos incapaces de dar el paso...

yo tengo un Master en la materia..¡¡ Cuántas oportunidades he dejado escapar por no expresar lo que realmente sentía..¡¡

No quiero dejar la oportunidad de agradecerte que te pasaras por mi blog y dejaras tu hermosa huella....mil gracias

Besos oportunos

Anónimo dijo...

Estar seguro de todo. Y por un segundo, dudar. ¿Y si esta seguridad sólo fuera un engaño? ¿Y si el camino que estoy eligiendo es el equivocado?

Y sin embargo seguir, y hacer trizas el mundo que habían construido las casualidades. Y uno mismo. Y a la otra persona.

Se me viene a la cabeza un tema en el que Billy Corgan canta "your life is not your own..." Y es que cuando compartimos la vida con alguien nuestra vida no es nuestra sola, no se puede pretender pensar como uno solo.

Catalina Zentner Levin dijo...

Andru, quedo en vilo, aguardando la segunda entrega de esta historia encantadora.

Adriana Lara dijo...

mmmm, muy sugestivo...
Gracias por tus palabras en mi blog. No cabía en la silla, después de leerlas, jajaja.
Besote.
Adri.

Víctor Álvarez dijo...

Pero creo entender que se trata de un deseo imposible,en el sentido de que se desean pero no deben sucumbir por alguna razón que ya nos contaras en el segundo capitulo.
Espero que escribas segundo capitulo,no nos dejes asi...
Buen viaje!

Lo que últimamente me ha dejado sin palabras

Julio Cortázar... como siempre

Carta...

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera, y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso que es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mi,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de libertad.